Creo que es
imposible que yo escriba mejor lo que ya dice Luis
Antonio de Villena en el prólogo de Tessella, de Pepe Cervera.
«Los poemas hablan del deseo
del sexo, de putas y chicas abiertas y de la errancia urbana, de un dejarse ir
por noches y garitos buscando a la vida el sentido o la razón que aún no sabes
si tiene.
“Recorrer los garitos de humo
olvidados por la vida” o “Con la primera copa de champán barato me
decidí: —Me he enamorado de ti.” Ese oscuro fulgor de clandestinidad, orgasmo,
búsquedas del todo, arrebatos y permanente lejanía, no era ciertamente una vida
nueva, pero la poesía no solía tratarla. Algunos pensaban aún que eso que
inicialmente se llamó “realismo sucio” era poco “poético”. En realidad es
al contrario, y una de las virtudes de Pepe Cervera fue verlo, probarlo, y
escribirlo, dulciamargo. Lo marginal es en extremo atractivo, pese al fango…»
No es la primera vez que leo lo que Pepe Cervera ha publicado
desde hace unos cuantos años. De hecho, creo que no me quedaba nada por leer, excepto este libro de poemas.
Y me gusta que me sorprendan. Y que quede claro que es absurdo encasillar
a un escritor en un estilo concreto o género literario.
Tesela (en español) nos muestra un mosaico de vivencias arrebatadas, sórdidas, vitales donde el amor, o el desamor, la soledad, el sexo y la búsqueda de uno mismo componen el libro.
Escojo tres de los poemas,
puede que no sean los favorito del autor, pero a mí me han gustado mucho, como
el resto del libro.
Escasos
recuerdos
Bajo la ventana de
mi habitación, bien lo sabes, existe una claraboya.
Los gatos, las palomas, el tiempo, meteorológicamente
hablando, golpean sobre la cúpula de plástico.
Todo se traduce a imágenes, a voces,
a gestos.
A estar o no estar.
El sol atraviesa sus olas opacas
para introducirse en las tinieblas. La lluvia las golpea convirtiendo el sonido
en noches azuladas de un invierno pasado.
Tú, que yo recuerde, eres lo mejor
de mi memoria.
Bésame mucho
Por lo visto, todas las perspectivas
estaban equivocadas en aquella madrugada.
Llegamos a ella, a la madrugada,
desembocando de un río de locura, vientres y desenfrenos.
Quién nos hubiera dicho entonces,
quién habría sido capaz de asegurar, o simplemente de intuir, que tras la
mirada evaluadora y las proposiciones sin ánimo de perpetuidad, se escondía, en
cosa de segundos, la historia de amor más profunda, hermosa y duradera de
nuestras vidas.
Amarga derrota
Mirada azul de fantasía, labios
violáceos, agrietados por el hielo de diciembre.
Los ojos habían vivido las
consecuencias de una decisión —¡ya es mala suerte enamorarse de una puta!— y
ahora se distorsionaban, junto con la piel saturada de soledad, desafiando, en
una caída libra, la ley de la gravedad.
Le gustaba lo rápido por ser
agradable. Incluso el morir.
Reventar sobre el asfalto, desde un
quinto piso, eso sí es rapidez, lo demás cuentos.
Este tipo de sorpresas es una de las virtudes o ventajas de la
lectura.
TESSELLA - Pepe Cervera- Ediciones Contrabando
TESSELLA - Pepe Cervera- Ediciones Contrabando